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El tripartito de San Vicente rechaza la propuesta del PP de crear el Museo dels Carreters y la Ebanistería

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El grupo popular lamenta “la falta de interés del tripartito por preservar lo que un día fue el medio de vida para muchas familias sanvicenteras

El tripartito de San Vicente del Raspeig ha rechazado la moción que ha presentado el grupo municipal del Partido Popular para crear el Museo dels Carreters y la Ebanistería. El objetivo era mantener en la memoria de las generaciones futuras lo que un día fue el medio de vida de muchas familias, tras realizar un inventario y análisis de los talleres que aún se conservan, así como de las herramientas y maquinaria usadas en la fabricación de muebles.

El concejal del PP Saturnino Álvarez ha lamentado “la falta de interés del tripartito, formado por PSOE, Guanyar y Compromís, por una iniciativa que solo buscaba enriquecer y ampliar la red de museos de San Vicente con un nuevo espacio que permitiera dar a conocer el trabajo que desarrollaban los artesanos de la madera y los carreteros, con un fin didáctico, divulgativo y formativo”.

La propuesta contemplaba la ubicación del museo en alguno de los talleres tradicionales que aún se conservan en San Vicente con el fin de que el material expuesto no quedara descontextualizado. Así ocurrió con el Museo Didáctico del Aceite -situado en la antigua Almàssera dels Assegadors- y con el Museo del Ferrocarril -ubicado hasta hace dos años en la antigua estación del ferrocarril, aunque actualmente está en el edificio de la Casa Consistorial-.

El concejal popular ha explicado que “son muchas las familias que han mantenido relación con la ebanistería, un vínculo que aún pervive desde el punto de vista profesional y emocional. Como ocurre con el cemento, la industria de la madera forma parte de la historia de San Vicente, por lo que consideramos de gran interés dar a conocer lo que fue en su día el medio de vida de muchos hombres y mujeres de nuestro pueblo”.

Además, muchas familias disponen de maquinaria, herramientas y otros elementos utilizados en la época para trabajar la madera, así como material fotográfico de los trabajadores que se ganaban la vida en estos talleres de ebanistería o como carreters, algo que merece ser catalogado y recopilado para su exposición en un museo”, ha añadido el edil popular.

Un sector pujante en el siglo XIX

Según explica el investigador Francisco Canals en su obra La industria del mueble en San Vicente: auge y final de la ebanistería sanvicentera, el origen de la la industria de transformación de la madera lo encontramos en el pujante sector de los carreteros sanvicenteros, que durante la primera mitad del siglo XIX casi monopolizaban el transporte en carro desde el puerto de Alicante hasta la capital. De esta manera surgieron los aperadores, encargados de la manufactura de aparejos y la construcción y reparación de carros.

La mejora de las comunicaciones con la capital, con la puesta en servicio del ferrocarril Alicante-Madrid en 1858, supuso un grave perjuicio al transporte por carro, pero llevó consigo una mejora en el comercio de la provincia y un incremento en la demanda de bienes de consumo, como podían ser los muebles. Tal es así que en 1873 ya se disponía de ocho carpinterías en el municipio, según explica Canals en el citado libro.

Es a mediados del siglo XX cuando el sector presenta su mayor auge, tal y como se explica en el llibret elaborado por la Foguera Carrer Major en 2016 bajo el título Entre serradures i fusta. El aumento de población requiere del desarrollo de la construcción y por tanto del mueble, y son muchas las fábricas de muebles que existen en el municipio.

350 trabajadores en 1958

En el año 1958 se considera que llegan a trabajar 350 empleados en la ebanistería y la carpintería, más incluso que el sector del cemento, que superaba la cifra de 200, aunque está última marcará, con el paso de los años, la industrialización total del municipio y hará que muchos de los artesanos de la madera acaben en la industria del cemento.

Varias son las razones que llevaron a la progresiva desaparición del sector, como se indica en ambas publicaciones, donde también se recoge una buena muestra tanto del personal dedicado, empresarios y trabajadores, llegando incluso a crearse una cooperativa conocida como El Colectiu. Afortunadamente, sus instalaciones permanecen, a día de hoy, en nuestro municipio, conservando una parte importante de las herramientas utilizadas en la fabricación de muebles.