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El Ayuntamiento pide a los dueños de los perros que echen un poco de agua a los orines de sus mascotas en las calles

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La Concejalía de Infraestructuras y Servicios Urbanos ha pedido por carta a los dueños de perros que eviten que sus animales de compañía orinen sobre los elementos arquitectónicos de la ciudad y, muy especialmente, sobre los componentes metálicos del mobiliario urbano propensos a la corrosión. La Concejalía les recomienda que echen un poco de agua sobre la orina, para diluirla y disminuir los efectos de las sustancias agresivas y malolientes que contiene.

“Tengo el placer de dirigirme a ustedes, como propietarios de un perro, para agradecerles el cuidado y la atención que demuestran en el buen comportamiento de sus mascotas y en evitar que ensucien con sus excrementos las calles de San Vicente. Sin su colaboración sería muy difícil mantenerlas limpias y transitables”. Así comienza la carta que la concejala de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Mariló Jordá, ha dirigido a los propietarios de los canes, en el marco de la campaña municipal para mejorar la limpieza pública de San Vicente.

Según la edil, es bien conocida la necesidad de recoger los excrementos sólidos que depositan nuestros perros en las zonas públicas, tanto en las aceras como en las calzadas, jardines y parterres. El hábito de salir a pasear con una bolsita de plástico, para recoger las deposiciones de nuestra mascota, se ha extendido ampliamente y está contribuyendo muy significativamente a conservar limpios todos estos espacios. Sin embargo, continúa el escrito de la concejala, “es menos conocido que el orín de su perro, además de provocar malos olores y ensuciar esquinas y fachadas, cuando moja elementos metálicos (farolas, postes de señalización, papeleras, etc.), oxida, corroe y deteriora el metal en poco tiempo”.

Ante este problema, la Concejalía pide a los dueños que sus animales no orinen sobre los distintos elementos arquitectónicos de la ciudad y, muy especialmente, sobre los componentes metálicos del mobiliario urbano propensos a la corrosión. “Es tan solo una pequeña molestia salir a pasear a nuestros perros provistos de una pequeña botella de agua para realizar esta acción. Sin embargo, son muchos los beneficios sanitarios, estéticos y económicos que nuestro gesto reportará a nuestro entorno”.

Según añade la misiva, el incremento de la población canina en San Vicente, que tantas ventajas físicas y emocionales aporta a sus dueños, no tiene por qué ser un inconveniente en el cuidado y mantenimiento de los espacios públicos. La colaboración vecinal es imprescindible para mantener una buena convivencia, basada en estos gestos cotidianos de civismo y responsabilidad que tanto contribuyen al bienestar, la limpieza y la conservación de nuestra querida ciudad.

Por último, la concejala agradece a los dueños de los perros de forma directa y personal, “su buena disposición y su espíritu cívico y solidario que, sin duda, mejorará nuestros hábitos de convivencia”.